ALBERTO GAMERO, EL MÁS DESEADO DE LA LIGA COLOMBIANA
Le dicen que tiene cara de campeón. Él y, claro, el Tolima que dirige. Una candidatura que el samario, de 55 años, elude con una respuesta de cajón como si fuera un cono plástico en una práctica.
Gamero es el que más suena para ponerse la sudadera de cualquier equipo en Colombia. El año pasado, el Cali hizo todo por contratarlo, pero el Tolima, su equipo, lo retuvo gracias a un incremento económico de casi el 30 por ciento. Sonó para ir al Deportivo Independiente Medellín y al América. Hace apenas dos meses se aseguró que llegaría a Santa Fe en el próximo enero y ahora se afirma que es el hombre que quiere Millonarios.
¿Por qué Gamero es el ‘objeto del deseo’ de los equipos de la Liga? Juan José Peláez, entrenador campeón con Atlético Nacional, exintegrante de la Selección Colombia y comentarista de Win Sports, dice que son muchas las virtudes. “Para un dirigente, un DT como Gamero representa un plus en la relación costo-beneficio, pues maximiza los recursos. No exige tanta inversión, pues sabe repotenciar futbolistas que no funcionaron en toda su dimensión en otros equipos”, dice.
Y agrega: “En su contenido táctico se mantiene a la vanguardia: es un entrenador que, estando en el medio local, siendo hecho en Colombia, tiene claro lo que es jugar con intensidad y mantener el ritmo la mayor parte del partido. No es simplemente un fútbol físico. Es un intenso, que es distinto”.
Peláez agregó: “Tras el triunfo pasado sobre Nacional, Gamero dijo que defender es un arte. ¡Por supuesto que lo es! Pero él no es un técnico defensivo. Decir eso no es correcto. Gamero tiene claro que en el juego las dos fases, la defensiva y la ofensiva, tienen el mismo valor, y decir eso sí es lo correcto. Hoy hay muchos entrenadores que, dizque por la moda, prestan poca atención a los conceptos defensivos y no saben defender. Ese factor determina a Gamero: defendiéndose bien se sacan resultados sin la necesidad de hacer tres o cuatro goles. Con uno, y trabajando bien, se ganan muchos partidos. En buena hora para el fútbol hace ver a otros técnicos que este deporte es equilibrio entre defensa y ataque”.
Da resultados
¿Cuáles son los principales argumentos para destacar a Gamero? Nadie mejor para dar esa respuesta que su representante, Efraín Pachón: “Lo primero es mostrar las estadísticas del profesor Gamero: ¡bate todos los récords de los técnicos en Colombia! Es el que menos tiempo ha estado desempleado en el país y porque, según las estadísticas internacionales, es el entrenador más destacado, el que tiene la posición más destacada de todos los técnicos de Colombia”.
Pachón se refiere a la clasificación mundial de entrenadores de fútbol que hace la firma holandesa Football World Rankings B. V. (creada en el 2010), publicada el pasado 25 de octubre, en la que Gamero es el primer DT colombiano: puesto 59. Según la firma, su escalafón es el producto de los resultados de “los partidos ponderados durante las últimas 52 semanas”.
Esa lista está encabezada por Ernesto Valverde (Barcelona) y Jurgen Klopp (Liverpool). Pero Pachón recalca: “Los técnicos valen por sus resultados, y basta ver los títulos y las campañas que ha hecho el profesor Gamero”.
Y agrega: “El profesor Gamero adelanta verdaderos procesos. En el Chicó duró mucho tiempo en su posición de director técnico, como ahora en Tolima. Sus pasos por Junior y Águilas son las excepciones, pero los tiempos que él ha tenido con Chicó y Tolima son considerables y fuera de lo común para el fútbol colombiano”.
A Gamero no le fue bien con Junior, el único equipo grande que ha dirigido. En el 2017, apenas duró 8 partidos de Liga y fue eliminado en la fase de grupos de la Copa Libertadores.
“Le ha costado con jugadores de mucho apellido. Ese tipo de futbolistas no se acomodan a la forma de su trabajo. Los que tienen un gran ego son difíciles para él, como para todos los entrenadores”, dijo Peláez.
Gamero levanta la mano y las manillas de hilo, cuero, piedrecitas y cuentas de colores le suben enroscadas por los antebrazos desde las muñecas.Gamero agita la cabeza y su pelo esponjado se sacude. Tiene su pinta, la pinta de campeón, la pinta que ha flechado a la Liga colombiana, de la que es el técnico más deseado.